Hace años
que dejé de buscar
cosas que no existen,
que me pregunto
quién soy.
Hace años
que dejé de lado
la utilidad
de lo que no me sirve,
que me alejo
del sitio al que voy.

Y sin embargo,
me sorprendo aquí
buscando la utopía
debajo de las piedras,
buscando esa manera
de ordenar
tanta entropía.
Mis neuronas aun dopadas,
no reaccionan
por sí solas.

Sigo disfrutando
de sonrisas
y risas
al son
de esta travesía sin prisa,
que viene siendo
esta vida sin rumbo,
ni razón.

A la espera,
de ilusiones que se cumplan,
de algún humo
que no mate,
de palabras sin palabrería.
A los pies de hogueras
que no alumbren,
poniendo en jaque
a este tren de lejanías.